viernes, 27 de junio de 2014

Antígona

   En este trabajo analizaremos los conceptos de felicidad clásica, héroe trágico, entre otros, relacionándolos con el cuento Antígona, y en menor medida Edipo Rey, escritos por Sófocles.

   En Edipo Rey, Creonte, hermano de Yocasta, tiene una actitud mesurada. Cuando Edipo lo acusa de conspirar contra él junto a Tiresias, Creonte muestra prudencia y humildad y presenta su defensa sabiamente. Sin embargo, este deseaba secretamente asumir el poder y gobernar Tebas. Este deseo no se vio realizado hasta la pelea y muerte entre Polinices y Etéocles, hijos de Edipo; pero, para cuando este momento había llegado, Creonte ya había perdido la paciencia y junto con ella el juicio.

   Cuando Etéocles y Polinices mueren, Creonte decreta que el primero debía recibir los honores correspondientes según las leyes divinas mientras que el segundo no, cometiendo así una falta ante los ritos religiosos (impiedad) y un acto imprudente. Ante esto, Antígona, hermana de los dos fallecidos, se propone brindar los honores fúnebres a Polinices a pesar del decreto y pide ayuda a su hermana Ismene, la cual se niega a romper la ley por temor a la muerte y a la autoridad. Con estas intenciones, Antígona demuestra respeto hacia las leyes naturales (o divinas) pero a su vez, con su actitud altiva, padece de hybris, es decir, soberbia.

   Antígona puede ser considerada como un héroe trágico ya que, además del hybris, presenta otros rasgos característicos como transgredir los límites impuestos por la sociedad, sufrir una muerte involuntaria y prematura, entre otras.

   Creonte, por su parte, no cumple ninguna de las condiciones de felicidad clásica: impiedad, al impedir la sepultura de Polinices y desacreditar los consejos de Tiresias, soberbia o falta de humildad, creyéndose superior al resto de los ciudadanos y especialmente a las mujeres (“¿Qué hombre ha tenido tal audacia?”) e imprudencia, mandar a matar a Antígona y no tener en cuenta los consejos de su hijo Hemón (“Ella morirá, pues; pero su muerte acarreará la de otro”).

   Ni Creonte ni Edipo cumplían las anteriores condiciones y, por lo tanto, no eran felices. Además, los dos sufren un cambio de fortuna (en Antígona, la peripecia de Creonte se da cuando éste cambia de parecer acerca de la suerte de Antígona gracias a los consejos de Tiresias) que les brinda una revelación sobre ellos mismos y la felicidad del hombre, un desenmascaramiento que altera sus conductas: las faltas que tuvieron ante los valores morales y la importancia de estos para alcanzar la felicidad.
   La peripecia y anagnórisis de Edipo no son objeto de análisis en este trabajo, sino que forman parte de otro. Consideramos que este trabajo es una continuación del de Edipo Rey y los dos deben ser leídos para entender las ideas aquí abarcadas.

   Sófocles otorga un papel protagónico a la figura femenina, presentándola como un instrumento del destino (moira) para la anagnórisis de otro personaje. Esta es la relación entre Yocasta y Antígona, los suicidios de estas allanan el camino para la anagnórisis de Edipo y Creonte.

   El concepto de sympatheia no debe ser atribuido a Creonte, sino a Antígona, ya que el castigo del primero no causa impresión porque es en extremo perverso.
   Antígona tiene una suma de virtudes, le da mucha importancia a las leyes divinas y al respeto de los muertos, pero tiene una disposición al error, dada por su hybris. Esto causa un sentimiento de simpatía y compasión en el espectador por las desgracias del héroe que desemboca en la catarsis:[…] la ciudad compadece a esa joven, merecedora, se dice, menos que ninguna, de morir ignominiosamente por haber cumplido una de las acciones más gloriosas.”.

   La última frase resalta la importancia en la vida de los valores de la felicidad clásica: piedad, prudencia y humildad.


“La prudencia es con mucho la primera fuente de ventura. No se debe ser impío con los dioses. Las palabras insolentes y altaneras las pagan con grandes infortunios los espíritus orgullosos, que no aprenden a tener juicio sino cuando llegan las tardías horas de la vejez.”

lunes, 26 de mayo de 2014

Edipo Rey

       En este trabajo hablaremos del relato trágico de Edipo Rey, escrito por Sófocles, relacionándolo con varios conceptos estudiados en clase.

       Se podría decir que Edipo es un héroe trágico ya que se siente superior, padece de soberbia (hybris); esto se ve demostrado en dos ocasiones: cuando en su encuentro con Tiresias no hace caso a sus consejos, lo trata de farsante y lo acusa de ser el asesino de Layo ("EDIPO  (a Tiresias): (...) Sabe que yo creo que tú tramaste el crimen, y que tú lo hiciste, aunque por tus manos no mataras. Con todo, si fueras vidente, diría que fuiste tú solo el que lo hiciste"), y cuando asesina a un grupo de hombres, entre los cuales se encontraba Layo aunque Edipo no lo sabía, porque lo querían echar del camino.
       Además Edipo presenta rasgos distintivos de los héroes como:

  • Una inteligencia superior (usada para resolver el enigma de la esfinge).
  • Experimentó un exilio (se va de Corinto por miedo a que se cumpla la profecía).
  • Comete un asesinato por el cual recibe un castigo (el asesinato de Layo).
  • Hay un ser que pretende deshacerse de él pero no lo logra (los padres de Edipo mandan a matarlo cuando nace para que no se cumpla la profecía proveída por Tiresias, pero él sobrevive).
  • Sortea pruebas (resuelve el enigma de la esfinge).
  • Posee un fin violento (se ciega a si mismo luego de que su madre y esposa se suicida). 
       Por otro lado las principales cualidades de la Felicidad Clásica no son respetadas por Edipo: la piedad, es decir, el respeto a los ritos religiosos (Edipo cuestiona la veracidad de la videncia de Tiresias y lo acusa de ser el asesino de Layo); la humildad, es decir, saberse igual al resto de los humanos (se evidencia con su hybris y con su trato con, por ejemplo, Tiresias y Creonte); y la prudencia, es decir, pensar antes de actuar (el decreto promulgado por él mismo sobre el trato que debería recibir el asesino de Layo se vuelve contra él, y matar a los miembros de la expedición, entre los cuales se encontraba el rey de Tebas, sin pensar en sus consecuencias ni en quienes acababa de matar).

       Edipo era un hombre muy poderoso, pero sufre un cambio de fortuna (peripecia) y los habitantes de Tebas se compadecen de su infortunio (sympatheia). Todo esto se ve desencadenado a partir de que descubre, a través de un mensajero de Corinto, que Layo y Yocasta son sus verdaderos padres (anagnórisis o desenmascaramiento).


"Habitantes de Tebas, mi patria, ved a este Edipo, que había
sabido adivinar los famosos enigmas. Era un hombre muy
poderoso; ningún ciudadano podía sin envidia posar los ojos
en su prosperidad. Y ahora, ¡en qué sima de terribles desgracias
ha sido precipitado! De modo que hasta esperar su último día,
no hay que proclamar feliz a ningún mortal antes que haya
llegado, sin sufrir ningún mal, al término de su vida."